Comentario de texto: Tuit de Mariano Rajoy

28 Jul

tuitrajoyEl comentario de texto, ese recurso habitual en EGB, puede servir ahora incluso con la LOMCE y en estos tiempos más modernos (salvo en el tema de la emigración española, la contrarreforma del aborto, la educación religiosa…), más avanzados (menos en materia de investigación e innovación, ya saben, los recortes), con una democracia más consolidada (excepto por los remiendos de techo de déficit, la Corona, los independentistas y la censura periodística) y con un Estado del Bienestar cimentando todo lo anterior (salvo con los temas de la sanidad y educación pública o los dependientes), para analizar la labor comunicativa del Gobierno.

En este mundo global, 140 caracteres tienen casi la fuerza de un Decreto Ley y la importancia propia del Catecismo. Su uso incorrecto hace años, cuando las sustancias psicotrópicas o la imprudencia adolescente te llevaban a ser sincero o gracioso, se transforma ahora vía investigación Máster de El Mundo en el argumento válido para el escarnio público y la penitencia del dimisionario. Y esto da igual que nos refiramos a un cargo público o al fichaje de un jugador por un club de primera división.

Pero en el caso que nos ocupa, Twitter ha servido a Mariano para ser claro y conciso con uno de sus mensajes de este mes; una frase que encierra esa contundencia a la que nos tiene acostumbrados, propia de su filosofía de alta alcurnia y de esa oratoria que caracteriza a los prohombres de la política: “Los españoles nos han pedido: humildad, contundencia frente a la corrupción y más recuperación. Tienen razón, les escuchamos”.

Como diría el pensador de la tauromaquia absorto por la presencia femenina, en dos palabras: IM-PRESIONANTE.

El análisis de la reflexión que, de tan buscada, parece rebuscada, permite afirmar que el mismísimo Escrivá de Balaguer  o nada más y nada menos que Sergio Ramos, observarían con envidia una concatenación tan profunda de palabras. Es la esencia cualitativa del sentimiento de Rajoy -o de su equipo que, a la postre, viene a ser lo mismo… ¿o no?-. Partiendo de una base tan rica, el comentario de texto es sencillo. El recado es tan claro como el agua cristalina de un río tras el deshielo o un titular del Marca, La Razón o ABC, que para el caso, tanto monta, monta tanto.

Los españoles le hemos pedido al PP muchas cosas. Como dice, en primer lugar Humildad. En efecto, y su respuesta ha sido “¡Qué se jodan!” estos que solo “se acuerdan de desenterrar a sus padres cuando hay subvenciones”, tras un “finiquito, en efecto, en diferido” pero a quienes ayudamos con la caridad propia de un país católico que otorga medallas a vírgenes.

“Contundencia frente a la corrupción”. Es, sin duda, una figura retórica que encierra esa transparencia de quien hace las cosas con la mano derecha a escondidas de la izquierda. Púnica, Gürtel, sobres en B, financiación irregular, fotos con y en barcos de narcos, grabaciones contando dinero, chanchullos en televisiones autonómicas públicas… Son ejemplos de que los populares han aprehendido la lección.

“…Más recuperación”. Es, quizás, la alegoría más radical…mente humana. La alusión a una realidad paralela más conocida como Mundos de Yupi rajoynianos en los que el nivel de desempleo es positivo (sobran trabajos) y se respetan todos los derechos de quienes los desempeñan, con un sueldo medio de 1.000 euros antes de impuestos. Es la aportación más grande de Mariano tras la “herencia recibida”, es decir, lo que algunos llaman la «herencia sobrevenida», algo así como la salvación eterna.

Lo último, esa referencia a dar la razón a la ciudadanía que nadie lo tome como lo de los tontos, ni mucho menos. El PP, el Gobierno, Cospedal, SS de Santamaría, Yáñez y, sobre todo, Rajoy, son sinceros al dar la razón al pueblo al que “escuchan”, de ahí la Ley Mordaza, para que no haya dudas.

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