En Galicia (pasando por Santiago) la vida sigue igual

El PPdeG, con un respaldo ciudadano claro, contundente y divino está en un extraño purgatorio político por Santiago. Salir de ahí depende de la expiación de la culpa, es decir, de limpiar la mala imagen que se desprende de la capital gallega. En ello anda Núñez Feijóo, de pasado socialista (él mismo dice que votó a F. González), a quien, a diferencia de sus contrincantes políticos, las fotos (con quien sea y en el barco de quien sea) no le afectan porque ‘son cousiñas de cando era casi neno…’.

Un mes después, recordando la Galicia de las batas de casa

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Un mes ha transcurrido desde aquel fatídico 24 de julio. 30 días que han servido para calmar los ánimos anónimos, a pesar de que los de las familias de las víctimas siguen a flor de piel, a la espera de que el tiempo disipe algo el inaguantable dolor. No todo. Es imposible. De las fotografías impactantes, algunas demasiado explícitas, el pesar de las crónicas, las discusiones técnicas protagonizadas por quienes acreditan su papel de expertos con un título universitario adquirido en dos viajes en AVE, se ha pasado a los imputados, testigos, homenajes, controversias sobre señales y las repercusiones económicas para un sector ‘estratégico’ en el PIB patrio ¡Mierda de dinero y de intereses económicos!