Ana Mato, la musa del Jaguar en el garaje, dimite

26 Nov

anamatoAna Mato ha estado sufriendo una persecución encarnizada, personal y claramente desproporcionada por unos motivos que nada tienen que ver con la moral y sí con ese pecado capital  (en nuestro país convertido en deporte) que es la envidia. No es de recibo el acoso al que ha sido sometida a lo largo de esta legislatura. 

He de reconocer que la ministra, para algunos la peor titular de Sanidad de la historia (argumentos envidiosos), ha sido musa personal y general de muchos. Ha sido inspiración permanente, bien por su saber estar en las ruedas de prensa, bien por conocer al dedillo todos los asuntos relacionados con su cartera.

Las cosas como son. Ha aguantado carros y carretas. Después de esa resistencia propia de una maratoniana, me ha decepcionado un poco. Ha sobrellevado con una entereza de otro mundo las múltiples acusaciones contra su persona: fiestas, confeti, fuegos artificiales, cumpleaños, viajes… hasta un Jaguar en su garaje (cuántos de nosotros/as tenemos un coche de estas características a las puertas de casa sin que nuestra mujer/marido se percate).

Eso le ocurrió a ella y la crucificaron. Como en su momento comentó alguno de sus compañeros de partido, «¿Qué culpa tiene de que su marido estuviera en esas historias?». Y es verdad. Se ha sido muy injusto con ella. Desde mi punto de vista, Ana Mato no debería arrojar la toalla porque si con aquellas acusaciones infundadas no lo hizo…

De ahí que sienta cierta decepción por su dimisión. Esta musa de periodistas, de comunicadores políticos, de gestores públicos, de campañas electorales, de organizadores de fiestas, ha dicho «basta ya» por un simple auto, de un simple juez de la simple Audiencia Nacional. No lo entiendo Ana, de corazón.

Una cosa voy a decir. Yo sé donde se encuentran los motivos y las personas que han hecho llegar la información a los medios de comunicación para acabar con una brillante carrera como la de Ana Mato. Sí Ana. Están más próximas a ti de lo que piensas. No mires al PSOE (tienen bastante con lo suyo); o a IU (sin comentarios); ni siquiera a UPyD (Díez está metida en el deshoje de margaritas) y, por supuesto, que no se te pase por la cabeza Podemos (siguen estudiando su estrategia mediática tras descubrir a los periodistas ‘malos’). No Ana no. Son de tu propio partido… y por envidia. El único objetivo era descartar a la que podría ser próxima y primera presidenta del Gobierno de España. Es que tienes unas/unos compañeras/os con muy mala sangre.

Se me va una musa. Ahora solo pido, como otra ministra, a la Virgen del Rocío, que no se vaya la única que me queda (a mí y a miles de periodistas). También han ido a por ella, con persecución policial incluida. Resiste lideresa, resiste. Sé fuerte.

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